Las restricciones son dos condiciones que debemos evitar en la localización de nuestra actividad.
Se basan en criterios de protección que pretenden evitar un mayor impacto sobre el medio en que nos asentemos.
Su intención es proteger por un lado la red hidrográfica, y por otro la población residente en la zona:

• No puede estar dentro de la franja de protección de corrientes o superficies de agua:
  • Hasta 150 metros de las corrientes de agua
  • Hasta 1000 metros de los embalses (que en esta zona se utilizan para abastecimiento urbano)
• No debe estar a menos de 1000 metros de las áreas urbanizadas.

En el caso de los ríos, se trata de zonas en las que cualquier vertido o fuga se propagaría a gran velocidad con graves consecuencias. Para evitar un posible daño medioambiental, descartaremos estas zonas y sus alrededores.

Los embalses, además de tener una área de influencia muy variable, suelen ser zonas de gran valor natural en las que resulta poco aconsejable situar una actividad de nuestras características. En esta zona además, suministran agua a los núcleos cercanos por lo que tendremos que extremar las precauciones.

En lo que respecta a las zonas urbanas, se trata de terrenos excesivamente caros y con gran densidad de población, en los que una nueva planta depuradora suscita un mayor rechazo social.

De nuevo, para resolver esta fase del ejercicio, tendremos que generar una capa con el área afectada por cada restricción.
Guía: Restricciones

Hidrografía: Tenemos la red hidrográfica definida en las capas "Rios.shp" y "Embalses.shp". Al tratarse de capas distintas (una con elementos lineales, y otra con polígonos) tendremos que generar un buffer independiente para cada capa.

Áreas Urbanas: Partiendo de la capa "Urbano.shp", crearemos un buffer con una distancia fija de 1000 metros que refleje las zonas con un mayor riesgo sobre la población.